Seleccionamos las visitas a realizar en Kyoto, sólo tenemos un día para ver lo principal y hay que ser muy selectivo, también es cierto que después de dos semanas el nivel de emoción por visitar templos se reduce drásticamente, odio la expresión "visto uno, vistos todos" ya que cada uno tiene su encanto pero ya me entendéis...
Compramos en el mismo Youth hostel un pase de autobús para todo el día, de lo contrario hubieramos caminado más km que en el camino de Santiago.
Empezamos con el castillo de Kyoto, una visitas más bien floja...pero vale la pena la sala de souvenirs con Aire Acondicionado, hay que ver el calor que hacía este día!
Continuamos en el autobús hacia la atracción estrella de Kyoto, el templo dorado...aunque el trayecto fue algo incómodo para los que superan la media de altura Japonesa.. y evidentemente yo no soy ;-)
Antes de comer decidimos visitar un precioso templo zen, con su rastrillo de arena gigante, muy bonito y tranquilizador:
Volviendo al centro de la ciudad, quise pasar por el callejón de Pontocho de nuevo...necesitaba ver a una Geisha en acción! Y....voilà....una Maiko saliendo de casa y dirigiéndose a una cita con su chófer...que suerte!!
Comimos/cenamos en una hamburguesería..caímos en la necesidad de comida occidental...y continuamos caminando hasta el centro dónde se reunía toda la masa para contemplar los carromatos adornados que cada calle engalanaba para la ocasión...es como si fueran las fallas...cada carromato era una falla con su gente, pero luego nos las queman ;-)
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